Todos tenemos clara la importancia que juega el deporte en la educación y el desarrollo psico-evolutivo de los niños/as. Tanto padres y madres como maestros y maestras vemos día a día en artículos, libros, televisión o radio los beneficios de una vida sana y de la importancia de fomentar en los niños/as hábitos saludables; buena alimentación y práctica de actividades físicas.Profundizando un poco más como docente en sus beneficios, puedo decir que la práctica del deporte, ya sea individual o colectivo ayuda sin duda al desarrollo psico-evolutivo de los niños/as en todos sus aspectos: cognitivo, aprendiendo nuevos conceptos sobre posiciones, tipos de campos, a moverse en dimensiones y espacios delimitados, a llevar a cabo técnicas y estrategias de juego en la consecución de objetivos comunes, etc.; motriz, practicando desde pequeños nos ayuda a mejorar la motricidad gruesa y fina, continuamente se manipulan objetos, se realizan innumerables ejercicios y juegos de puntería, agilidad, resistencia, etc. ; y afectivo y social, no cabe duda de que el deporte es un agente socializador importantísimo, potencia el trabajo en equipo, la empatía, la colaboración, etc. ,y con el que se llegan a crear vínculos emocionales muy fuertes entre compañeros/as y entrenadores/as. Que el deporte juega un papel importante en la educación es algo obvio, ya que desde hace mucho tiempo en nuestro marco legislativo la práctica de deporte aparece reflejada como un Área curricular, Educación física, por lo que no pasan desapercibidas la infinidad de aportaciones en la consecución de las competencias básicas, eje principal de la ley orgánica de educación.
Algo un poco más personal y para alguien en especial.
Y ahora hablo desde mi propia experiencia, ya más como reflexión personal o despedida, por lo que voy a resaltar la importancia del deporte a nivel afectivo y social. Llevo practicando balonmano desde los nueve años, me ha llevado conocer infinidad de compañeros/as, entrenadores/as y lugares en ligas, campeonatos o concentraciones. Y llega un momento en el que el deporte y en concreto tu equipo se convierte en tu segunda familia, compartes cosas dentro y fuera del campo de juego, muchas horas de entrenamiento y de viajes en bus y coche. Tu pabellón deportivo es tu segunda casa donde llegas con tus días buenos y tus días malos, y siempre tienes a esas personas que van a reír contigo en esos tan buenos y a apoyarte y animarte en los malos. Llegas a crear amistad y generar cariño casi sin darte cuenta, disfrutando de una misma afición y sobre todo de una ilusión. Después de quince años jugando, aproximadamente, sigo con personas que llevan conmigo desde que empecé, otras lo han dejado, algunas que han vuelto, otras que jugaban ya en las mayores cuando yo empecé y con las que ahora comparto banquillo y nuevas incorporaciones de algunas que jugaban en otros equipos y que ahora llevamos la misma camiseta. De todas y cada una de ellas aprendo cosas: las mas mayores siempre aportan lo mejor con su experiencia, las mas pequeñas con esa ilusión y esa fuerza de seguir ante todo, aprendo hasta de las que más protestan, de las que te desquician en el campo pero tienen un corazón de oro, de la sencillez y la humildad de otras, etc., todas nos aportamos algo. Y si digo todo esto es porque esta semana esta siendo la más dura desde hace muchas temporadas, hemos perdido a nuestro entrenador de forma inesperada, sin duda el eje fundamental de nuestro equipo y el que conseguía que cada año todas y cada una de nosotras sigamos ahí. Una persona que nos dio lo mejor de él desde su primer día, con algunas más años que con otras, pero siempre nos dio su cariño y su atención al cien por cien. Es complicado aceptar esta injusticia y hacerse a la idea de que ya no va a estar cada día de entrenamiento ni en nuestro banquillo cada fin de semana, a partir de ahora serán los entrenamientos más duros de la temporada. Él lucho muchísimos por nosotras y gracias a su lucha hemos conseguido todo lo que tenemos, siempre nos animó cada temporada y en cada partido a seguir, a que recuperemos la ilusión y seamos luchadoras, a partir de ahora ya no solo compartimos una afición sino también este dolor tan grande que tenemos por dentro. Pero se lo debemos cueste lo que nos cueste tenemos que seguir, animo niñas!! Fue más que un entrenador para todas y a modo personal no tendría palabras para agradecerle todo el apoyo, su preocupación, entrega y confianza que puso en mí estos cinco años compartidos, siempre te recordare, pero siempre siempre.Y dicho esto como no dar importancia a la práctica de deporte, mi mensaje es que no hay mejor aprendizaje que la disciplina y la ayuda en el desarrollo personal que te da la práctica de cualquier deporte, sea cual sea, por ello para mí es una pieza fundamental como parte de la educación de los niños/as.